gilbert garcin o los souvenirs de la gran comedia humana
Si pudiéramos meter en un mismo embase a René Magritte, Charles Chaplin [Charlot], Robert ParkeHarrison, Sammuel Beckett, Henry Cartier-Bresson y Jacques Tati (Mr. Hulot), y agitáramos el conjunto con algo del surrealismo de primera hora, lo que saldría sería una fotografía de Gilbert Garcín, fótografo francés que empezó a desplegar los intersticios de la condición humana con unas tijeras, pegamento y mucha imaginación a la edad de 65 años, tras jubilarse como vendedor de lámparas. Inquietud y humor, absurdos cotidianos en un mundo que no resiste su envoltura, Gilbert Garcin hace asequible esa comedia para decirnos que en el noble arte de caer aparte no importa tanto quién nos mira como el modo en que hemos llegado.